Brilla la luna
pero a ella ya no le preocupa,
ha encontrado el camino
y las dudas ya no la torturan.
Se ha liberado
del pasado, y sus cadenas
ya se han desatado
y a paso firme está avanzando.
No existe el miedo
al tiempo ni a ese proceso
de luto que lleva
al dejar atrás tantos recuerdos.
Pero la decisión vale la pena...
Descubrirá que siempre hay
compensación a una condena.
Libre, vive, no dejes que nadie te esclavice.
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